La preparación al parto
El momento del parto es un proceso esperado por toda mujer embarazada con mucha incertidumbre. El nacimiento es la bienvenida del recién nacido donde comienza a vivir en un ambiente completamente diferente, es el final de la transformación que se ha producido durante los últimos meses. Es aconsejable realizar una buena preparación al parto.
El parto es instintivo, es conectar con la mamífera que somos y como en cualquier transformación el camino es parte de la vida. Y, para que esta transformación sea vivenciada desde la calma os propongo una serie de aspectos para prepáranos al parto.
Ante todo consulte a su matrona donde le podrá proponer qué tipo de ejercicios podrá hacer dependiendo de tus cualidades y del tipo de embarazo que tengas.
Para una buena preparacion al parto se contemplará la parte física (cuerpo) y la parte emocional (mente).
Para la preparación física hay múltiples oportunidades (pelota de pilares, baile, yoga, andar, bici estática, ejercicios específicos para el parto…). A partir de la semana que lo recomiende la matrona comenzar con los ejercicios de Kegel y el trabajo del suelo pélvico.
Otro aspecto importante es trabajar la respiración, para ello se puede realizar ejercicios de respiración consciente, meditaciones específicas y trabajo con la respiración durante el ejercicio físico. El yoga es un buen ejercicio ya que integra tanto la respiración como los estiramientos, lo que te permite ser más consciente de tu cuerpo y de tu mente, aspecto que se pronunciará durante el parto.
El parto es un momento de extrema vulnerabilidad por lo que el miedo y la inseguridad aparecen durante el mismo. Es por ello que en estos momentos podamos conectar con aspectos de nuestro pasado que nos puedan generar malestar. Es enfrentarte al dolor, a la incertidumbre, a la vida, es conectar con tu esencia más primitiva y animal… Dado el momento de inseguridad que genera es importante que podamos prepararnos previamente con el fin de autoregularnos y poder volver así a nuestro estado de tranquilidad, y poder vivir así la experiencia desde la calma y la seguridad sean como sean las circunstancias. Si leéis cualquier relato podréis ver como el parto es un baile constante entre la inseguridad (“no puedo, no soy capaz, me duele, no puedo aguantar…”) y la calma ( “puedo aguantarlo, estoy en un momento único, estoy segura donde estoy,mi cuerpo y mi mente estan preparado para esto…”).
Por ello es importante que lo podamos trabajar previamente, par auna buena preparación al parto. Pero, ¿Y Cómo?
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Teniendo información sobre los procesos que aparecen durante el mismo, (fases del parto, hormonas implicadas, tipos de parto, ventajas y desventajas de la epidural, necesidades a la hora de parir…) para ello podremos leer múltiples artículos, libros e informarnos de profesionales, así como escuchar u leer diferentes relatos de parto. Al obtener más información obtendremos más seguridad y poder ya que seremos más conscientes de lo que está ocurriendo.
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Ser consciente del tipo de parto que queremos y respetarnos por ello. Realizar un plan de parto ( donde quieres parir, quien quieres que esté durante el parto, si quieres o no epidural, como quieres parir, que quieres hacer si pasan determinadas dificultades…) y hablarlo previamente con la persona que nos vaya a acompañar puede ayudarnos, ya que durante el mismo el tendrá una voz importante. Y prepararnos para gestionar la frustración si no sale como uno quiere. Para ello tenemos que confiar en los profesionales donde nos guiarán y velarán por el bienestar de nuestro bebé y el nuestro propio, es por ello importante elegir dónde queremos parir y que profesionales quiero que esten a mi lado.
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Hacer introspección sobre nosotras respecto a cómo llevamos el dolor físico, el dolor emocional, la incertidumbre, nuestros miedos e inseguridades, nuestros potenciales y fortalezas…
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Decidir quién va a ser nuestro acompañante durante el parto y explicar así el papel que va a tener durante el parto. Conversar durante el embarazo con él o ella sobre el plan del parto, ya que durante el mismo es el que tendrá que tomar determinadas decisiones. Conversar sobre tus miedos y sus miedos, el como podemos autoregularnos ambos, así como ser capaz de regularse para calmar y dar seguridad a la gestante, el practicar determinadas posturas para reducir el dolor, masaje en la zona lumbal, ofrecer frases de seguridad y de ánimo, ofrecer líquidos o comida (si la matrona lo aconseja), leer conjuntamente artículos, etc. Una buena comunicación, complicidad y seguridad entre ambos puede ayudar para el fomento de la oxitocina y la vivencia positiva de la gestante, así como más unión entre ambos.
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Practicar técnicas de autorregulación emocional, con el fin de poder calmarme y experimentar el parto de forma positiva. Para ello podemos fomentar recursos personales previamente, entender que el dolor es parte del proceso e intentar fluir con el mismo porque contra más se evite más dolor e inseguridad se generará y menos oxitocina se producirá, practicar respiraciones u otras técnicas meditativas con el fin de fomentar la atención y la calma, practicar el hipnoparto, comprender que el parto es espera, contar con el apoyo de tu acompañante, prepararme frases que produzcan anclaje y seguridad, prepararme música alegre y relajante, etc.
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Fomentar recursos para la gestión de problemas futuros. Para ello podemos trabajar en la línea de que las cosas pueden salir como uno no quiere, y no por ello tiene que ser negativo, para ello podemos imaginarnos determinadas situaciones y como las podremos ir gestionando de una manera calmada, respetada y segura.
Todos estos recursos pueden ayudar a que la vivencia del parto se realice desde la seguridad y la calma sea cual sean las circunstancias (parto espontáneo, inducido o cesárea). Pudiendo así tener un parto respetado y libre, donde puedas elegir que si y que no desde la calma, siendo la experiencia menos traumática y recordada de manera más placentera.
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